La evaluación NO es PUNITIVA (Mexicanos primero, SEP y consejeros del INEE)

Por José Alberto Barrera Gamboa

Establezco con certeza quienes consideran a la evaluación de los maestros como no punitiva, ya que fuera de ese exquisito circulo de intelectuales y políticos, pocos o nadie más da esta lectura al eje rector de la reforma “educativa”: la evaluación de los maestros. Menos, mucho menos atrae esta idea a los maestros de a pie, a esos pues, que son los que están en el aula, no en la SEP comisionados, ni tampoco en el SNTE de comisionados. A ellos quienes son los encargados de ejecutar y llevar a cabo las políticas educativas en el aula.  Ahora, analicemos un poco, según el diccionario de la Real Academia define a punitivo como: perteneciente o relativo al castigo.

Por su parte la consejera presidente del INEE argumenta que la evaluación no es punitiva puesto que quienes resulten insuficientes en las tres oportunidades no serán separados del servicio.  Sin embargo ella misma establece si serán SEPARADOS del cargo y readscritos a otras tareas en el servicio educativo o bien, se les ofrecerán programas de retiro voluntario.

Ser SEPARADOS del servicio ¿No significa que te castigarán? Ósea que la evaluación servirá para castigarte y alejarte del grupo u ofrecerte un retiro voluntario. Al menos esa lectura atinada, se nos puede atribuir a quienes hemos revisado una y otra vez el artículo 52, 53 y 8vo transitorio de la Ley General del Servicio Profesional Docente.

El INEE advierte que serán 4 etapas para realizar una evaluación integral, 5 en el caso de los de lengua extranjera. Sin embargo, no se establecen porcentajes, puntuaciones, calificaciones a las etapas. Por lo que el proceso se centra principalmente en el examen. Dejan además a un proceso poco claro, de incertidumbre en el que los maestros a ser evaluados no saben si quiera cómo y de qué serán evaluados.  Asistimos los docentes indefensos hacia una evaluación sin calendario estable, sin capacitación, sin información, a luchar contra la computadora y su reloj regresivo para resolver si soy un buen docente o no.  (Wenceslao Vargas Márquez, en Pluma Libre; junio 29, 2015).

Los maestros reconocemos las problemáticas existentes en el sistema educativo nacional; rezago escolar, altos índices de analfabetismo, infraestructura escolar deficiente, bajos salarios al maestro(a) (los más bajos de la OCDE), dificultades contextuales a cada una de las escuelas y demás. ¿Acaso todo cambiará con la evaluación docente? Creemos que no, las problemáticas inmersas en el sistema educativo nacional difícilmente se solucionarán así, definitivamente no.

Ahora ¿cómo tendría que darse una evaluación docente?  Primero que nada, tendría que darse un análisis muy profundo en el que además de expertos en la materia se consulte a los maestros, se conozcan las condiciones en las que laboran, se le observe in situ, para reconocer las relaciones que se establecen dentro del proceso de enseñanza aprendizaje, además de la capacidad y experiencia para resolver todos los conflictos inherentes a las escuelas. Para todo eso, Ángel Balderas asevera se requiere dinero, inversión, ver a la educación como tal y no como un gasto. Como tal lo colocan los políticos en turno, que fomentan y advierten a los maestros a cumplirla, más allá de dialogar, de ver sus necesidades, de por qué la rechazan quienes la rechazan, pero para ello, se necesita humildad, consciencia y empatía, características que difícilmente encontraremos en nuestra clase política, que poco o muy poco sabe de educación pública.

Notas notas.

Para este año, se puede leer en El Financiero, 7 de Octubre de 2015:  

El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Luis Enrique Miranda, afirmó que la reforma educativa en la actualidad es estrictamente administrativa y no pedagógica y por ello dio a conocer, por primera vez, 17 minutas sobre los acuerdos a los que ha llegado con la CNTE y la CETEG en los que se les reconoce el sueldo a los maestros que no se sujetan a las nuevas reglas.

Además del recorte presupuestal al nuevo paquete fiscal de egresos, que ronda aproximadamente en los 230 mil millones en el ramo educativo. 

Publicado en Claroscuro